¿ Cuál “fallo histórico”?

“Una justicia tardía no es justicia, proteger los apellidos de “alcurnia” no es justicia, que los corruptores sean eximidos no es justicia. Al final solo cinco (5) personas del entramado son condenadas por el caso New Business”

El fallo de New Business ha puesto en evidencia la manipulación de la justicia en el país. Diez personas absueltas; siendo los apellidos que se enquistaron en el poder económico y político desde 1903 los beneficiarios.

Todo proceso de corrupción es producto de corruptos y corruptores. Medios de comunicación social resaltan que “en el proceso legal se evidenció una ruta del blanqueo de capitales”, frente a ello cabe preguntarse ¿y los banqueros? Ningún banco ha sido sancionado, sin duda el poder detrás del poder.

Una vez más, errores tecnicistas, “ex profeso”, han salvado que empresarios y banqueros corruptos estén condenados. Decir tenuemente que a algunos se les suspende su derecho al ejercicio empresarial, es burlarse del pueblo humilde y trabajador, pues es sabido que tienen cientos de puertas para ejercer su negocio y negociados.

En medio de este proceso, dos elementos enturbian más la razón de ser de lo que está sucediendo, por un lado, la visita de la Comisión del GAFI, por el otro lado, el torneo lectoral. Con la lista del GAFI, se quiere dar una vista de que estamos atacando el lavado de activos, a pesar de que la lavandería se mantiene intacta; es más, el contrato minero, que pretende imponer el Gobierno, en una de sus cláusulas violenta una de las 15 acciones de este organismo (declaración y registro de todas las fuentes de proveniencia de los ingresos). En lo electoral, son los que lo impusieron en la embajada, los que lo acompañaron en toda su gestión e incluso a los que postuló en el torneo del 2019 y a quien refrendó inmediatamente como triunfador del torneo del 2014, los que hoy festejan lo que han autodenominado un “fallo histórico”, intentando que no aparezca en la papeleta del 5 de mayo próximo. Quienes festinan, quieren el mismo recorrido, ser levantados como ungidos, de quien manifiesta que “no hay amigos ni socios, sino intereses hegemónicos que defender”. Recordar entrevista del 14 de mayo de 2023 con John Feeley, ex embajador de Estados Unidos en Panamá.

Una justicia tardía no es justicia, proteger los apellidos de “alcurnia” no es justicia, que los corruptores sean eximidos no es justicia. Al final solo cinco (5) personas del entramado son condenadas por el caso New Business.

El caso de “compra” de Editora Panamá América ha estado envuelto en varias ocasiones en escándalos por procesos dudosos, situación que se coloca en el más bajo perfil de atención por parte de los medios de comunicación social. Lo lamentable, cómo algunos comunicadores sociales condenan a los trabajadores de Epasa, argumentando “que los periodistas sabían a quién servían”, cuando lo que corresponde es exigir al Gobierno salvaguarden los derechos laborales de los trabajadores, frente a una situación de la que no son responsables.

Desde el primer momento nuestra posición es que hay que investigar, juzgar, condenar y que devuelvan lo robado, tanto corruptos como corruptores. Recordamos que todos los Gobiernos posinvasión han estado cargados de casos de corrupción, al punto de que el pueblo lo ha popularizado como “cerros de corrupción”, para hacer referencia al discurso demagógico de la partidocracia y seudoindependientes, que plantean como muletilla acabar con la corrupción, pero esta es creciente Gobierno tras Gobierno, en los que ellos mismos han participado.

En el caso de Ricardo Martinelli, categóricamente señalamos que el “show” mediático debe cesar, para dar paso a un proceso real, donde no sólo se le juzgue y condene por los casos de corrupción, sino también por la flagrante violación a los derechos humanos, que generó persecución y detención injustificada de dirigentes y manifestantes, sino también lesiones, lisiados y asesinados. Esta conducta ha sido la tónica de las diversas administraciones de Gobierno, los cuales también deben pasar por procesos judiciales.

Ante ello, hoy más que nunca la lucha del pueblo humilde y trabajador que enfrenta la desatención de los problemas sociales por parte de los Gobiernos es seguir organizándonos para sentar las bases para una constituyente originaria, que garantice justicia y adecentamiento frente a la corrupción, que se lleva el 20 % del gasto social.

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