El 1 de Mayo, […], conmemoramos la gesta histórica de los mártires de Chicago, celebramos los logros alcanzados, […] fruto de la acción colectiva, y seguimos reivindicando nuestros derechos laborales frente a las leyes del mercado que niegan la vida digna”
Genaro López.
En la calle, este 1 de Mayo, la clase obrera expresó su descontento frente a una política pública que imponen los Gobiernos, la cual está enmarcada en cercenar conquistas y amenaza con mayor pauperización de sus condiciones de vida. Entre consignas sobresale el tema salarial, en la medida en que estos no alcanzan para cubrir el costo de vida (alimentos y otros gastos necesarios), evidenciando la creciente pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
En materia de salario general, cuarenta años sin aumento, reflejando una media salarial por debajo del costo de la canasta básica familiar ampliada. En cuanto salario mínimo, en su última revisión (2021), al 80 % de las actividades económicas no se le otorgó ajuste alguno, y los funcionarios llevan ocho años sin que se revise el mismo. Frente a esta precarización de las condiciones materiales de vida de los trabajadores y sus familias, se exigió aumento general de salario y salario mínimo, al que compete este año su revisión, reducción de los precios de los alimentos, medicamentos y servicios básicos.
La informalidad laboral producto de las medidas neoliberales de flexibilización laboral que se imponen desde 1995, producto de la Ley 44 que reformó el Código de Trabajo, también fue denunciada a lo largo de la marcha. Un movimiento obrero que exigió al Mitradel que se respeten sus derechos en materia de estabilidad laboral, condiciones de salud y seguridad ocupacional, prestaciones sociales, respeto a las negociaciones de convenios colectivos, que cesen los despidos injustificados de trabajadores del sector privado y público, respeto al fuero maternal.
El tema de las brechas en el mercado laboral, salió con fuerza. Dirigentes sindicales denunciaron que los más afectados frente al alto desempleo e informalidad son las mujeres y jóvenes, quienes reciben menores salarios por igual trabajo, las mujeres son las primeras en ser despedidas, no se cumple con las leyes en materia de garantizarles espacios adecuados en sus lugares de trabajo, son objetos de acosos laboral y sexual en los centros de trabajo. En este plano, el movimiento obrero demandó al Gobierno el pleno reconocimiento de los derechos de las personas a la seguridad y la dignidad en el mundo del trabajo, la ejecución del Convenio sobre la violencia y el acoso (C190) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), recientemente ratificado por Panamá ante la movilización sindical.
Sin lugar a duda, el tema de la seguridad social se hizo sentir. Alto y claro el rechazo a medidas paramétricas (aumento de edad, densidad, cuotas y disminución de pensiones), la privatización de los fondos del programa de IVM; que exigimos se entreguen a la Caja las cuotas descontadas a los obreros y retenidas por los empresarios que suman casi 300 millones de dólares. Se manifestó que defenderemos la CSS, el derecho a pensiones y jubilaciones, el regreso al sistema solidario; que luchamos por el aumento de pensiones y jubilaciones.
Bajo un brillante sol, con banderas y consignas, miles de trabajadores caminaron hacia la Plaza 5 de Mayo, lo hicieron acompañados de sus familias y de diversas organizaciones del movimiento social panameño. El llamado a la unidad, a estar claros que, durante este año preelectoral, una vez más la partidocracia y seudoindependientes vendrán con sus discursos falaces a pedir el voto, pero han sido precisamente ellos quienes nos han arrebatado las conquistas y derechos alcanzados, son quienes siguen empobreciéndonos, son los corruptos que se llevan los recursos del pueblo humilde y trabajador. El llamado se hizo a apoyar la única alternativa “El Plan para la Vida Digna”.
El 1 de Mayo, Día Internacional de las trabajadoras y los trabajadores, conmemoramos la gesta histórica de los mártires de Chicago, celebramos los logros alcanzados, que son siempre fruto de la acción colectiva, y seguimos reivindicando nuestros derechos laborales frente a las leyes del mercado que niegan la vida digna.