“En medio del descrédito de la partidocracia, los grupos del poder económico han intentado levantar fórmulas que les permitan seguir administrando el Gobierno, como garantía de sus negocios y ganancias; […]”
GENARO LÓPEZ
Desde hace años se habla de la crisis de los partidos políticos tradicionales, mismos que se mantienen ante la vigencia de un Código Electoral cada vez más antidemocrático. Tenemos que recordar que son los diputados de la Asamblea Nacional los que aprueban las reformas electorales que presenta la Comisión Nacional de Reformas Electorales, donde también participa la partidocracia.
Se trata de un ejercicio donde no se vela por garantizar procesos democráticos, sino por salvaguardar los intereses de los partidos tradicionales, los intereses personalísimos de los diputados y se imponen obstáculos que dificultan que sectores con propuestas de desarrollo nacional y social logren constituirse.
En medio del descrédito de la partidocracia, los grupos del poder económico han intentado levantar fórmulas que les permitan seguir administrando el Gobierno, como garantía de sus negocios y ganancias; sin embargo, ello no implica que abandonen sus viejas estructuras (partidos tradicionales). Por un lado, han impulsado “nuevos” partidos, por el otro han levantado la figura de “independientes”, en ambos casos con figuras de la partidocracia o con figuras vinculadas a los Gobiernos que se han suscitado en el periodo de los autodenominados “Gobiernos democráticos”.
En realidad, hoy existen nueve partidos políticos, todos ellos, sin diferencias en sus proyectos, todos impulsadores del mismo modelo económico que genera la inequidad social, que niega alimentación y acceso a agua potable, trabajo digno y salario justo, salud, educación, seguridad social, vivienda como derechos fundamentales; corrupción e impunidad, desmantelamiento de los sectores productivos y deterioro ambiental.
Igualmente, el Código Electoral contempla candidaturas por libre postulación, al proceso acudieron 1696 personas, para postularse como precandidatos a los diferentes puestos de elección (presidente, diputados, alcaldes, representantes), quienes deben alcanzar firmas de apoyo del 2 % equivalente a los votos válidos emitidos en las elecciones del 2019 y colocarse entre los tres primeros con mayor firmas. Desde el principio un proceso fuertemente cuestionado por las falencias del Tribunal Electoral (por ejemplo, el caso de anomalía presentada con la “app” de recolección de firmas que fue suspendida), que a la fecha no da muestra de superarlas, y que preocupa en términos de la garantía del respeto a la participación y toma de decisiones del electorado. Asimismo, existen denuncias por los mismos vicios clientelistas y de manipulación por parte de algunos precandidatos.
Como se ve, se trata de un sistema electoral con un enfoque de participación ciudadana de claros espacios limitados con que cuenta el ejercicio ciudadano para generar fórmulas efectivas de cambio que permitan una real democracia.
Retando este escenario, sectores y organizaciones sociales han postulado a compañeros y compañeras a los diversos cargos de elección, como vía de presentar a la población una alternativa real de caminar hacia el bienestar humano, anhelo de la mayoría de los panameños y panameñas.
En el caso de la precandidatura a la Presidencia de la República, impulsan la participación de la economista y luchadora social Maribel Gordón, quien ha levantado el Plan para la Vida Digna como base de su propuesta de gobierno. Su caminar es histórico, no solo como asesora económica, sino también en la elaboración de propuestas para sectores sindicales, gremiales, educadores, campesinos, indígenas, jóvenes, mujeres, micro y pequeños productores. Su posición ha sido firme en temas fundamentales como salario mínimo y salario justo, costo de vida, educación y salud como derecho, derecho a la vivienda digna, promoción de los sectores productivos y defensa de los micro y pequeños productores, defensa de los derechos de las mujeres, defensa del desarrollo sostenible, derecho a la participación y organización de los diferentes sectores sociales. Conocida su participación en la defensa de la seguridad social que garantice el retiro digno a la población. Su lucha ha sido reconocida en diversos momentos, organizaciones patrióticas la nominaron como una de las candidatas a la Junta Directiva de la ACP.
Ya Maribel Gordón superó el 2 % de las firmas requeridas, como ella dijera, “Esto fue posible gracias al apoyo de las fuerzas del movimiento social, popular y progresista, así como a los ciudadanos sin afiliación partidista, a sectores de bases de partidos políticos tradicionales cansados de las cúpulas corruptas en pugnas intestinas que los ignoran y no los consultan”. Hoy próxima a las 50 mil firmas, sigue siendo respaldada por ese pueblo que considera que una alternativa como esta, que no es individual sino colectiva, merece una oportunidad para participar del debate electoral con puntos de vista, opiniones y propuestas distintas sobre el acontecer nacional.